Funcionamiento

1.  Algunos de los fotones, que provienen de la radiación solar, impactan sobre la primera superficie del panel, penetrando en este y siendo absorbidos por materiales semiconductores, tales como el silicio o el arseniuro de galio.
2.  Los electrones, subpartículas atómicas que forman parte del exterior de los átomos, y que se alojan en orbitales de energía cuantizada, son golpeados por los fotones (interaccionan) liberándose de los átomos a los que estaban originalmente confinados.
3.  Las condiciones de funcionamiento de los paneles solares se determinan suponiendo condiciones estándar, es decir, de 1000 W/ metros cuadradados de densidad de radiación y 25ºC de temperatura. Las variaciones de la densidad de radiación y en la temperatura influyen en el rendimiento de los paneles de forma diversa. Así:
- El rendimiento del panel es directamente proporcional a la densidad de radiación solar.
- Un aumento de temperatura de funcionamiento determina una disminución de su rendimiento.
4.  Las células se montan sobre paneles cuya parte delantera está fabricada con vidrio antirreflectante de máxima transparencia que posee una gran resistencia al impacto. En su interior se alojan células, que tiene forma circular y un diámetro aproximado de 100mm. Las céluas se conectan entre sí en serie o en serie-paralelo, a fin de conseguir la tensión e intensidad adecuadas. La parte posterior está formada por una chapa de acero capaz de evacuar fácilmente el calor generado por el proceso de conversión, como se ven en la imagen del recuadro.

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